En el cine, la radio,
la televisión, la prensa, en la calle... recibimos continuamente mensajes
publicitarios. Muchos nos incitan al consumo; otros, en cambio, no invitan a
adoptar determinadas actitudes, como cuidar el medio ambiente o conducir con
prudencia.
La publicidad es una
forma de comunicación persuasiva que pretende informar y, sobre todo, convencer
a los destinatarios para que actúen de una forma determinada.
El lenguaje de la publicidad
El lenguaje
de la imagen y los textos en la publicidad tiene unas características propias:
- La imagen, el color, la forma de las letras... llaman la atención rápidamente.
- El texto del anuncio, el eslogan, está formado por frases breves, sencillas, fácilmente memorizables. Su misión es anunciar un producto o un mensaje e influir en el receptor.
- El texto escrito es persuasivo: se utilizan los pronombres de segunda persona, construcciones imperativas, frases hechas, rimas, repeticiones, y otros recursos estilísticos.
Los
anuncios publicitarios, al igual que el signo lingüístico, están formados por
dos planos: el plano del contenido
(la realidad del mensaje que nos transmite) y el plano de la expresión (los recursos lingüísticos y
no lingüísticos utilizados para llamar la atención del receptor).
Ejemplo
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Clasificación por el plano del contenido
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Recursos para llamar la atención
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"Cervantes",
el grande de los grandes almacenes.
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Sociales.
Fomentan el interés por ciertos servicios que suponen bienestar y utilidad
para el usuario.
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Redundancias
y ponderaciones para presentar algo como único y singular.
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Por una
vejez tranquila, confíe en seguros "La Cometa"
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Económicos.
Impulsan el ahorro y la economía.
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Se
utiliza el imperativo confíe para incitar al consumidor.
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Mantenga
limpia la ciudad. ¡Es tan bonita!
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Cívicos.
Dirigidos a los ciudadanos con el fin de mejorar sus actitudes y las condiciones
de convivencia.
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Uso del
imperativo y de los signos de admiración.
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Si
quieres aventura, lánzate a la lectura.
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Culturales.
Pretenden incrementar el interés por la cultura.
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Igualdad
métrica y rima.
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Según la finalidad perseguida, los anuncios pueden
clasificarse en:
Propagandísticos.
Pretenden convencer y aconsejar al receptor para que actúe de una forma
determinada. Su finalidad puede ser social, cívica, cultural, deportiva...
Publicitarios. Pretenden que el receptor consuma o compre un
producto determinado. Su finalidad es básicamente comercial.
Elaborar un mensaje
publicitario.
Para que un mensaje publicitario sea eficaz, hay que tener en
cuenta el medio a través del cual se transmite y el público al que va
destinado.
- El medio. La publicidad es distinta según el medio elegido para difundirla. En un anuncio impreso se juega con la forma, el color o la distribución del espacio, mientras que en la radio o en la televisión tienen mucha importancia los efectos sonoros, la música y el tono de voz.
- El receptor. Hay que adaptar el mensaje al tipo de público al que se destina. No se puede utilizar el mismo mensaje para animar a los conductores a utilizar el cinturón de seguridad que para vender un juguete infantil.
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